miércoles, 16 de marzo de 2011

CABRUÑANDO

Cabruñar es golpear el filo de una guadaña para que vuelva a recuperar su capacidad de corte. Se puede realizar a mano o, en los últimos años, con una máquina diseñada a tal efecto.

Como a guadañas a nosotros también nos van golpeando sistemáticamente pero justo al revés, para que perdamos nuestro filo y aceptemos poco a poco realidades que, en principio, parecían imposibles de admitir. Machaconamente, antes a mano y ahora a través de la cabruñadora  de los medios, nos repiten mensajes destinados a comulgar con determinadas ideas. Existen muchos ejemplos de ello como la ley del tabaco o, estos días, la energía nuclear.

Desde hace unos meses se nos fue inoculando un mensaje tendente a interiorizar la necesidad inevitable de conservar e incluso aumentar nuestras centrales nucleares. Se hablaba de dependencia energética, de seguridad, bajo coste…
Todo esto repetido una y otra vez hace que el mensaje cale y todo parece ir bien, hasta que, como cuando salta una piedra en el prado y estropea el filo de la guadaña, un suceso inesperado en el otro lado del mundo hace que la realidad nos golpee con sus sucias manos.
Aún así quienes engrasan la cabruñadora siguen en sus trece, aguantando carros y carretas con tal de defender sus intereses. Ayer por la noche, en “La noche en 24 horas de TVE“, María Teresa Domínguez, Presidenta del Foro Nuclear Español tenía el valor de afirmar que todo estaba controlado y que no había ningún peligro, el mismo día en que desde Bruselas se decía que estábamos ante un Apocalipsis. Si se hubiese hecho caso a esta señora ni se habría evacuado a la población ni se habrían tomado medidas, es decir, el desastre podría ser aún mayor. Por supuesto hoy no ha pedido perdón por su temeridad ni ha dimitido.
Personalmente, esto me da mucho miedo. La energía nuclear es la única con la potencialidad de causar la muerte de millones de personas y, por lo que parece, los responsables de su control no son del todo fiables.  ¿Merece la pena correr este riesgo?
¿Puede algo tan peligroso estar en manos de empresas cuya principal preocupación es su cuenta de resultados?
Los sectores estratégicos y/o peligrosos deberían estar siempre en manos de la sociedad y no a merced de quién sólo busca el beneficio propio.

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