martes, 27 de mayo de 2014

Camarada Garzón, Líder Iglesias.

Cuando llega a casa por la noche, IU llora amargamente sus resultados del domingo, aunque por la calle enseña dientes cual Pantoja asediada por los paparazzi.

A pesar de sus buenos resultados han sido otros quienes se han llevado los laureles de esta victoria.
Se lamentan de no haber tenido tantas tertulias como el señor Iglesias, de ver su gran programa oscurecido por una nueva starlette televisiva. Qué lástima no tener un nosotros un líder mediático que atraiga a los jóvenes, un líder carismático como lo es Tsipras en otro espacio o lo fue Anguita en otro tiempo. Este lamento se une al de no haber llegado a un acuerdo con Podemos hace tres meses.

Ambos lamentos evitan buscar culpas propias y se centran en fenómenos cuasi metereológicos, cuando si mirasen hacia adentro encontrarían, quizá, algunas soluciones. Hace tres años la marca 15M, que ahora nadie le discute a Pablo Iglesias, estaba encarnada por otro joven líder que parecía llamado a cosechar ese millón de votos que el domingo le arrebataron. Alberto Garzón se convirtió en el diputado más joven tras un fugaz estrellato mediático como portavoz del colectivo Attac. Muchos le vieron como ese político joven, con un discurso diferente  y muy lejos de aparatos y poltronas. Él podría haber sido ese líder de una nueva izquierda, pero enseguida le vimos afiliarse al partido comunista y ocupar su sitio en la fila. Dejó su discurso nuevo para convertirse en monaguillo del obispo Lara y comenzó a apagar luces para no hacer sombra al líder.

El gran problema es que para no hacer sombra a  las pocas luces de Lara o Centella, un hombre como Garzón ha tenido que apagarlas todas y ahora ya es tarde para encenderlas. IU ha preferido mantener su aparato oxidado con sus conductores miopes antes que aprovechar la oportunidad que tuvieron. Ahora tendrán que conformarse con hacer lo que mejor se les da, gestionar migajas.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Maquiavelo Astur-Celta

Aunque se espera una alta abstención en las elecciones europeas del próximo día 25 uno tiene la sensación de que hay más interés en ellas que hace cinco años, al menos en los medios de comunicación.

Tal vez sea por la sensación de que el pastel a repartir entre PP y PSOE puede ser esta vez algo más pequeño y quienes siempre se conformaban con gestionar migajas ahora tienen cuchillo, plato y cuchara dispuestos para asaltar su porción.

Así que en lugar de una lucha entre PSOE y PP parece más un enfrentamiento de grandes contra pequeños, animado desde todas partes, declaraciones incediarias del señor González  incluidas, puesto que si los dos grandes dicen ser los únicos con sentido de estado, los que vienen detrás (IU y UPYD) no paran de pregonar su pureza democrática y su capacidad de regeneración de un sistema corrupto azuzado por el bipartidismo.

Aclarada la condición de marca blanca del PP de UPYD sólo IU parecía poder atraer a miles de votantes de izquierda descontentos con el PSOE pero ha tenido que ser Asturias, una vez más, el lugar donde esta supuesta solidez democrática se desmorone piedra a piedra.
Su hasta ahora portavoz, Angel González, parece empeñado en demostrar que todos los grandes partidos son iguales en lo que se refiere a control interno y que la ejemplaridad que exigen a los demás no hace falta cuando son "los nuestros".

Dice el señor González que él no es un corrupto porque no se ha lucrado y, por lo tanto, no debe dimitir. Todos estamos de acuerdo en que no se ha lucrado y por eso nadie pide que lo encierren en la cárcel (dónde deberían estar los corruptos) pero ha incumplido una ley a sabiendas y por eso no debe seguir en ningún cargo público.

Que se presente como víctima de una persecución injusta denota su concepción de la política, según la cual sólo hay buenos y malos, nosotros y los otros. Las leyes tienen que estar para impedir que los malos cometan sus fechorías pero como yo soy bueno puedo saltármelas porque mi fin lo justifica. Los proyectos de más de 18.000 euros tienen que salir a concurso público para evitar que políticos corruptos se los den a sus amigotes pero como yo soy un político honrado puedo saltarme plazos y leyes, es por una buena causa.

Pues se equivoca usted, señor González, las leyes están para que no dependamos del carácter o la voluntad de quienes ejercen el poder, para que las decisiones que se tomen no estén basadas en lo que usted considere justo o correcto y tienen que cumplirlas por igual quienes quieren honrar a las víctimas del franquismo o quienes pretenden hacer una piscina para que su hijo pueda preparar las Olimpiadas.

Usted sabía (o debería saber) que trocear los contratos era ilegal y por eso no puede seguir siendo parte de una organización que promete no ser como los demás.

No se quejen luego de que mucha gente vote a bizarros partidos de primavera porque en los 4 grandes (incluida IU) sólo ven escleróticos aparatos donde se perpetúan los dirigentes a base de inculcar ferréa disciplina y horror al debate o la divergencia llegando en su caso a la curiosa situación de que la gran mayoría de la cúpula está ocupada por el Partido Comunista que sólo representa a una pequeña minoría de los votantes de IU.

Mientras sigan usando esas viejas herramientas tendrán muy difícil convertise en esa Syriza española a la que aspiran.