jueves, 14 de abril de 2011

Utopía

Por desgracia, nunca faltan candidatos a una machuquina. Aunque menos frecuentes, también existen personas que, en lugar de palos, se merecen aplausos.
El pasado miércoles, seis de marzo, tuve la suerte de asistir en el Teatro Filarmónica de Oviedo a la actuación de Leo Bassi presentando su espectáculo "Utopía", por el módico precio de cinco euros.
Para muchos de nosotros el señor Bassi era conocido pos sus actuaciones televisivas llenas de provocación y escatología que podían resultar más o menos simpáticas, pero casi siempre parecían quedar en la epidermis.
Asistir a "Utopía" hace saltar esa imagen en mil pedazos. Durante dos horas y media Leo Bassi se lanza a un monólogo apasionante en el que mezcla el análisis social y político de la España actual con la emocionante historia de su abuelo, un artista de circo anti clerical que luchó con el ejército francés en la batalla de Verdún, la más sangrienta de la Primera Guerra Mundial. Todo lo hace con un hilarante sentido del humor que no consigue evitar que a uno se le encoja el corazón cuando nos cuenta el horror de la Gran Guerra.
De todas maneras, uno sale del teatro con una enorme sonrisa y con la sensación de haber asistido a un espectáculo excepcional.
Excepcional por su calidad y excepcional por lo infrecuente. No abundan personajes como Bassi, capaz de lanzar mensajes controvertidos y provocadores sin perder el sentido del humor y manteniendo su coherencia.

Por desgracia estas virtudes no gustan nada a ciertos sectores de nuestra sociedad y Leo Bassi ha sido perseguido en varias ocasiones por su laicismo militante. El mes pasado, el juzgado de instrucción nº 6 de Valladolid ha admitido a trámite una denuncia de una plataforma de ultraderecha por "delitos contra los sentimientos religiosos". En pleno silgo XXI un cómico no puede mofarse de la Iglesia Católica sin ser acusado de blasfemia, Spain is Different.
Pero los ultras no se sirven sólo de los tribunales y en el año 2006 el bufón italiano fue víctima de un atentado terrorista (éste no ha sido denunciado por la AVT) en el Teatro Alfil de Madrid, cuando pusieron una bomba cerca de su camerino que se consiguió desactivar antes de que estallase, e intentaron quemar la taquilla del teatro con gasolina.
A pesar de todo esto y de no ser precisamente un jovenzuelo, Leo Bassi sigue recorriendo España defendiendo sus ideas, despertando las iras de los poderosos y la admiración de miles de personas cansadas de oir siempre los mismos mensajes.

Por ello hoy, Día de la República, es una ocasión inmejorable para recomendar que, si tienen ocasión, vayan a ver "Utopía". No se arrepentirán.

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