miércoles, 16 de noviembre de 2011

DEJA VU

Todos tenemos parcelas de nuestra vida en las cuales no podemos decidir qué hacer, donde respondemos a situaciones externas o mandatos de otras personas. Bien sea tu jefe encomendándote una tarea o tu abuela  pidiendo que la lleves a misa.
 En ese sentido llevan algo de razón quienes afirman que PP y PSOE son lo mismo. Ambos tienen que obedecer a su jefe "Mercados", recortar cuanto y donde les manden. Ambos tienen que oir los sermones de su abuela alemana y prometer que van a ser buenos. Se podría decir que unos cumplen esas ordenes a disgusto y otros encantados de la vida, pero el resultado es el mismo. Los dos son niños obedientes.
Sin embargo, cuando suena el reloj que nos libera del trabajo o cuando estamos a salvo de amigos y familiares nos comportamos según nuestros gustos y aquí afloran tremendas diferencias. Alguno dirá que lo importante son las horas de trabajo, son la mayor parte y deciden nuestra vida y no puedo más que estar de acuerdo pero seguro que los mejores recuerdos de nuestras vidas no están ahí, los llevamos en esos pocos momentos en que nos pudimos divertir sin que nadie nos diese órdenes.
Es ahí, en el tiempo libre, en lo que nos gusta hacer, en esos pocos momentos de libertad donde hay gran diferencia entre unos y otros.
En estos días de nubes cargadas de agua en los que ya se huele la vuelta al poder de quienes lo tuvieron casi siempre,de aquellos que disfrutan su tiempo libre entre el rosario y el prostíbulo, tengo exactamente la misma sensación de febrero de  1996. Recuerdo discusiones políticas en foros de Internet (eso sí, muy lentas con mi Módem de 26K) en la que los cachorros del PP afilaban el colmillo sabedores  de que era mucha la carne a punto de ser repartida. Ahora la situación es la misma y aunque puede que muchas cosas sigan igual, las pequeñas, las muy importantes corren peligro de perderse para siempre.
Una de las primeras cosas que cambió el PP en 1996 fue TVE. El Cineclub de la 2 era uno de mis programas preferidos de juventud, allí vi grandes clásicos en VOSE y películas minoritarias cuando no existía Internet. Llegaron los de la gaviota y lo cambiaron por un resumen de Teledeporte. Cuando yo era niño, un PSOE aún sin domesticar permitió " La Bola de Cristal". El PP les trajo a nuestros hijos el infausto Súper Ñ.
A partir de la próxima semana volverán las oscuras gaviotas y soltarán su blanco excremento sobre TV, sobre las programaciones culturales o deportivas. Florecerán patrioterismos baratos y morales católicas por doquier.
Me dirán ustedes que en lo importante PSOE y PP son lo mismo y yo les daré la razón, pero cuando sea un anciano de boina y cayado recordaré aquel concierto al que fui en el año 94 o aquel debate de TVE del año 2008 y trataré de olvidar aquel verano de 2001 lleno de jóvenes engominados o aquel frío invierno de 2012 en que privatizaron la 2 y el Papa pasó a ser el personaje con más  minutos de emisión en la 1.
Me dirán que es igual y yo les daré la razón una vez más y pensaré:
ES IGUAL, PERO NO ES LO MISMO.

2 comentarios:

  1. Lo del Cine-Club debió ser lo primero que hicieron, lo recuerdo perfectamente. También era mi programa favorito y me hinché a ver y a grabar (en VHS!) clásicos y joyas en VOS (y muy bien subtituladas, por cierto, mejor que los DVD). No lo quitaron inmediatamente, pero sí recuerdo que el lunes inmediato a las elecciones ya no salió el presentador, un fenómeno que creo se llamaba José Luis Delgado y del que, por cierto, no he vuelto a saber nada. Una pena. En el otro lado de la balanza, también recuerdo que el PSOE se cargó al poco de llegar dos de los mejores programas (por no decir los únicos buenos) que había: Negro sobre blanco y Qué grande es el cine. No es lo mismo, pero viene a ser igual. Lamentable.

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  2. Que bueno.¡¡¡¡....tio eres un crack.

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